5 · El turno de Buenos Aires

· nota del "Expreso Imaginario" comentando el intercambio







· San Telmo y la Policía Federal
Como te contaba en el post anterior, la banda de capital Ante Diem se comunicó por intermedio del periodista capitalino Jorge Nacer con Tribemol enterados por él de la existencia de la la banda y de su gran concierto debut de julio e invitaron a los marplatenses a realizar un intercambio inédito hasta entonces: primero tocarían en San Telmo, y luego lo harían en Mar del Plata. Y todo salió como estaba planeado.

· nota en "Humor" sobre Tribemol, el viaje y Boreal - agosto 1981










· notas en los diarios locales contando el viaje


















· aviso del diario "La Nación"







Tribemol viajó de madrugada (como lo muestran las fotos caseras) el viernes 7 de agosto para presentarse en el teatro/café concert "Del Siglo" ante unas 200 personas.

· fotos antes y durante el viaje











· única foto del show del Teatro del Siglo







· programa del recital



















Dicha presentación merece varios párrafos aparte, más alla de que el show fue discreto (los nervios lógicos de la 1º vez en otra ciudad), hay para contar que en el mismo lugar en la segunda función-trasnoche iba a debutar en Buenos Aires una banda de La Plata llamada ¡Virus!, pero lo peor sucedió al finalizar la actuación. Los marplatenses se quedaron en el colectivo escuchando las cintas del concierto cuando son abordados por la Policía Federal quienes en sus habituales "razzias" se iba a llevar detenidos por averiguación de antecedentes a Luis Morello, Walter Silva, el periodista capitalino Jorge Nacer, Carlos Guccione (músico amigo, que viajó como ayudante) y a Adrián Latorre (asistente) quienes iban en el patrullero, mientras que a Mario Orbe y a Fabián Spampinato los trasladaron caminado hacia la comisaria ¡encañonados con armas largas!... si, como lo leés: al no haber lugar en el Ford, 2 de los integrantes de Tribemol fueron caminando delante de 2 policías armados y apuntándolos por las calles de San Telmo para quedar detenidos hasta la mañana siguiente. El desagradable y típico "olor de la celda" (pis fuerte), los llantos de alguno de ellos y las anécdotas con un detenido -que hoy mueven a risa- serán guardados en la intimidad de quienes sufrieron en ese momento, pero hoy sonrien al recordarlo.